Somos un movimiento que busca transformar y desarrollar nuestra nación, mediante la educación y el crecimiento personal de nuestra gente, familias y comunidades.
Ayudamos a desarrollar y elevar el nivel de conciencia de las personas, somos intencionales en desarrollar la visión de nuestra gente, capacitamos en el ser, formamos lideres y a la vez acompañamos y capacitamos para que se conviertan o mejoren sus habilidades de lideres y emprendedores.
Transformar nuestro país con la sabiduría que Dios dió para gobernar a reyes como David y Salomón, a hombres ricos y poderosos como Job o como José y por supuesto a grandes mujeres virtuosas, tenaces e inquebrantables como Debora o Ester.
Vamos a transformar al Ecuador desde nuestra casa, mejoraremos nuestros hábitos, costumbres, economía, autoestima, confianza, salud, emociones, etc.
Seremos no sólo luz de América, sino luz del MUNDO
SÓLO EL AMOR PUEDE UNIRNOS Y HACERNOS UNA GRAN NACIÓN
Tenemos nuestros valores y principios fundamentados en la Biblia, la cual consideramos como palabra fiel y verdadera de Dios mismo, quien nos enseña a amar y velar por los mas necesitados y vulnerables, pero también que nos enseña como vivir en comunidad y familia, con armonía, amor y respeto de tal forma que tengamos una vida plena, llena de paz y gozo al conocer el gran amor de Dios; que dió, a su propio hijo Jesucristo, para reconciliarnos con Dios mismo al perdonar nuestros pecados, pagando el mismo en la cruz, muriendo y resucitando al tercer día; por lo cual, también tenemos fe que resucitaremos juntamente con el tal y como lo dice en 1 Corintios 15: 12-20
12 La buena noticia que anunciamos es que Dios resucitó a Cristo. Pero entonces, ¿cómo es que algunos de ustedes dicen que los muertos no resucitan? 13 Porque, si los muertos no resucitan, entonces Cristo tampoco resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, esta buena noticia que anunciamos no sirve para nada, y de nada sirve tampoco que ustedes crean en Cristo. 15 Si fuera cierto que los muertos no resucitan, nosotros estaríamos diciendo una mentira acerca de Dios, pues afirmamos que él resucitó a Cristo.
16 Si en realidad los muertos no resucitan, entonces tampoco Cristo resucitó. 17 Y si Cristo no resucitó, de nada sirve que ustedes crean en él, pues sus pecados aún no habrán sido perdonados. 18 Y los que antes creyeron en Cristo y murieron, están totalmente perdidos. 19 Si nuestra esperanza es que Cristo nos ayude solamente en esta vida, no hay nadie más digno de lástima que nosotros.
20 Sin embargo, ¡Cristo resucitó! Esto nos enseña que también resucitarán los que murieron.